Dios es nuestro Creador, Él nos hizo, y si nos extraviamos, Él quiere que volvamos al camino para que no nos perdamos.
Por Maleni Grider
Al diablo le gusta robar, matar y destruir. ¿Qué le gusta robar, matar y destruir? Lo que Dios ha creado, especialmente seres humanos. Pero también sus conceptos, sus diseños, sus mandamientos, sus jerarquías, sus lineamientos.
Satanás odia todo lo creado por Dios, y siempre está tratando de imitarlo, por su diabólica intención de ser igual a Él. Satanás es un ser exasperadamente resentido y maligno, quien nunca se ha arrepentido y nunca se arrepentirá. Él está condenado al fuego eterno, sin oportunidad de redención. Por eso, trabaja incansablemente como enemigo de Dios, sin treguas ni compasión.
Cualquier momento de debilidad en nuestra vida, el diablo lo aprovecha para torturarnos, engañarnos, seducirnos, envenenarnos, extraviarnos, destruirnos y robarnos lo que tenemos. El enemigo de Dios es también nuestro enemigo. No nos ama. Satanás quiere destruir lo mejor que tenemos: nuestra salud, nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alma, nuestra paz, nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestro hogar, nuestros sueños, nuestros dones, nuestra fe y nuestra santidad.
Por otra parte, tenemos un abogado frente a Dios: Jesucristo. Él nos defiende en nuestra debilidad. Nos fortalece con su espíritu, nos alienta a incrementar nuestra fe. Dios es nuestro Creador, Él nos hizo, y si nos extraviamos, Él quiere que volvamos al camino para que no nos perdamos. Jesús es nuestro Salvador. Él nos ama. Él quiere construirnos, no destruirnos, y quiere honrar todo lo que su Padre creó.
Jesucristo tiene el amor más puro hacia todos los seres humanos, tanto que dio su vida por nosotros. Pagó nuestro rescate. Cuando el diablo toma algo de nosotros, Jesús quiere dárnoslo de regreso. Todo lo que tenemos que hacer es acudir a Él en busca de ayuda para recuperar lo que el diablo nos ha robado. Si destruyó tu familia o está destruyendo tu matrimonio, puedes confiar en que tu Hacedor, el creador de la idea del matrimonio y la familia, puede ayudarte a recuperarlo.
¿Confiarás en Él para reconstruir tu vida? Debes desconfiar del diablo y resistirlo. Entonces huirá de ti. Tu fe en Dios es la mejor arma que puedes usar para evitar las argucias del enemigo. Todo lo que hagas de la mano de tu Salvador será bendecido. Si eres fiel a Él, te devolverá todo lo que el diablo se llevó.
