Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Arzobispo-Obispo emérito de Chiclayo en el Perú, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, Estados Unidos. En 1977 ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (O.S.A.) en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en San Luis, Estados Unidos. Profesó sus votos solemnes el 29 de agosto de 1981. Estudió en la Catholic Theological Union de Chicago, obteniendo un diploma en teología.
A los 27 años fue enviado por la Orden a Roma para estudiar derecho canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino. Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982. Obtuvo la licenciatura en 1984 y posteriormente fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Piura, Perú. El 15 de abril de 2020, su antecesor lo nombró administrador apostólico de la diócesis del Callao.
El 30 de enero de 2023, el Papa Francisco nombró al Cardenal Prevost como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Creado y proclamado Cardenal por el Papa Francisco en el consistorio del 30 de septiembre de 2023, con el título de la Diaconía de Santa Mónica, el Papa León XIV es miembro de los Dicasterios para la Evangelización, sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares; la Doctrina de la Fe; las Iglesias Orientales; el Clero; los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; la Cultura y la Educación; los Textos Legislativos y la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El nombre que ha elegido el Papa cumple un presagio y recoge una estafeta del Papa Francisco, (a quien mencionó en dos ocasiones en su discurso inicial), pero que va más allá. Al tomar el nombre que sucede a León XIII cuya sepultura se encuentra en la Basílica Catedral de San Juan de Letrán quien fue el primer Papa que habló de la condena tanto al comunismo como al capitalismo exacerbado, el primero que habló de los derechos de los obreros.
Sus palabras estuvieron revestidas de un mensaje de paz y parecieron una continuidad del mensaje del Papa Francisco el domingo de resurrección. Visiblemente conmovido evidenció su carácter humano pero con una profunda experiencia intelectual, además de ser políglota y conocedor de la mano apostólica de los religiosos de la Iglesia.
Con un doctorado y gran conocedor del derecho canónico, es un hombre que transmite paz en medio de un cónclave de la diplomacia digital y así dio inicio a su mensaje.
“Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor. Que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, alcance a sus familias y a todas las personas donde quiera que se encuentren”.
Papa León XIV.
Envió un saludo de paz a todos los pueblos, a toda la Tierra; enfatizando que la paz de Cristo resucitado es una paz desarmada y perseverante que proviene de Dios que nos ama a todos incondicionalmente.
“De la mano de Dios y de nuestros hermanos, sigamos adelante como discípulos de Cristo que nos precede. El mundo necesita de Su luz que es un puente del amor de Dios. Ayúdenos ustedes a construir puentes con el diálogo y el encuentro para ser todos un solo pueblo siempre en paz”.
Papa León XIV.
Agradeció a su antecesor, el Papa Francisco y a sus hermanos cardenales que lo eligieron sucesor de Pedro para caminar junto al pueblo de Dios como Iglesia unida buscando siempre la paz y la justicia buscando siempre trabajar con fidelidad a Jesucristo sin miedo de proclamar el Evangelio y ser misioneros.
“Soy hijo de San Agustín y como ustedes soy cristiano y para ustedes obispo. Y en este sentido podemos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado”.
Papa León XIV.
No dejó pasar la oportunidad de enviar un mensaje en español a su querida diócesis de Chiclayo en el Perú, el pueblo fiel que acompañó a su obispo compartiendo su fe.
Recordó en la fiesta de la Virgen de Pompeya que nuestra madre María quiere siempre caminar con nosotros y ayudarnos con su intercesión y su amor e invitó a que lo acompañaran a rezar juntos el Ave María por su nueva misión, por toda la Iglesia y por la paz del mundo.
Concluyendo con la bendición Urbi et orbi, el Santo Padre León XIV se despidió de los fieles que abarrotaron la Plaza de San Pedro y visiblemente emocionado se retiró.
Encomendemos en la oración al Sumo Pontífice para que el Espíritu Santo lo ilumine en esta misión de liderar a la Iglesia y acompañar a todos los hombres.
