El candidatado es la etapa previa al Noviciado para los jóvenes que tienen una inclinación a la vida religiosa y que han llevado un proceso vocacional durante cierto tiempo.

Se busca que los jóvenes tengan la oportunidad de hacer la prueba para saber si la Legión de Cristo es el lugar donde Dios les quiere y al mismo tiempo, vivir un periodo guiado por  los formadores para tomar las decisiones correctas.

Este año inició el 30 de junio y finalizará el 31 de agosto en el noviciado de Santa María de la Montaña en Monterrey, N.L. Son dos meses donde los jóvenes se forman en carácter espiritual, humano, intelectual y apostólico.

En el candidatado de centro civil participan 21 jóvenes de diferentes ciudades de México, Guatemala y Chile. Varones que algunos han terminado sus estudios profesionales y otros que los han interrumpido para lanzarse en la gran aventura de descubrir el deseo de Dios para sus vidas.

En el candidatado de centros vocacionales participan 10 jóvenes provenientes de las apostólicas de la Joya, León y Monterrey. Todos son mexicanos y después de haber vivido y formarse en los centros vocacionales de los Legionarios de Cristo, continúan su proceso de discernimiento en este verano.

Avanzado el tiempo, los dos candidatados se unirán en una sola comunidad, para continuar juntos su discernimiento y cultivar la vida fraterna.

Los Legionarios de Cristo, toman un papel fundamental como formadores de los candidatos ya que los asisten en dirección espiritual, así como en los sacramentos. También tienen momentos de oración en común, clases de educación, apostolado, convivencia y deporte.

Todo esto con el fin de otorgarles a los asistentes un clima de oración, vida fraterna y medios necesarios para escuchar la voz de Dios, que con la luz del Espíritu Santo, desea manifestar su voluntad a cada candidato.

El candidatado es una etapa necesaria para la Legión de Cristo, a fin de que los participantes y las autoridades representativas, lleguen a tener un grado de certeza suficiente sobre el paso de cada uno de los candidatos para la primera etapa de la vida religiosa que es el Noviciado.

Lo que más motiva a los jóvenes a emprender un discernimiento vocacional es su apertura para hacer la voluntad de Dios y darle un sí desde los deseos más profundos del corazón. Sin duda abrirse a la posibilidad de una posible vocación a la vida sacerdotal, para retirarse por un tiempo en un ambiente de oración y silencio para conocer en totalidad los deseos de Cristo para con ellos.

Es en el encuentro personal con Cristo donde los jóvenes llegan a conocer a qué están llamados, es por ellos que los directores espirituales y orientadores vocacionales ofrecen diálogo constante a los candidatos, de manera que la realidad diaria sea leída en cara a Dios, y así arroje luz sobre el proceso de discernimiento.

El propósito del candidatado no es exclusivamente acompañar a jóvenes a que disciernan su camino en la vida sacerdotal y religiosa dentro de la Congregación, sino de acompañarles en el descubrimiento de la voluntad de Dios para sus vidas.