Jacobo Nieto Covarrubias, graduado del Cumbres International School Querétaro, trazó su camino vocacional desde temprana edad, ingresando a la Apostólica de la Ciudad de México a los 12 años, inspirado por su participación en un revelador retiro espiritual. Después de completar rigurosos años de formación y prácticas apostólicas, recibió la ordenación diaconal el 10 de junio en su tierra natal, Querétaro, marcando así el preámbulo a este extraordinario día de su ordenación sacerdotal.
Mons. Cabrera dirigió sus palabras a una audiencia compuesta por la familia del P. Jacobo y amigos, laicos consagrados, fieles laicos, hermanos legionarios, así como jóvenes de la Apostólica y del Noviciado de los Legionarios de Cristo. Monseñor Cabrera compartió su alegría con el nuevo sacerdote, destacando la importancia de ser sacramento de Cristo en la comunidad cristiana.
“Me da mucho gusto Jacobo, poder compartirte el don que yo recibí: el ministerio sacerdotal y lo hacemos en este ambiente de oración y sencillez de quien recibe el don más grande y el más sencillo”.
Mons. Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey.
En un contexto litúrgico de Adviento, Monseñor Cabrera resaltó la relevancia de la esperanza y la espera, vinculando el evento con la festividad de San Juan Diego, cuya sencillez y humildad fueron elogiadas. Destacó que el ministerio sacerdotal va más allá de la actividad pastoral, siendo una presencia continua y duradera, incluso en momentos de limitaciones físicas.
Durante su homilía, Monseñor Cabrera enfatizó tres desafíos para el nuevo sacerdote: ético, místico y pastoral o misionero. Abogó por la importancia de mantener la sabiduría divina, discernimiento ético y una vida de intensa oración.
El P. Jacobo Nieto Covarrubias, L.C., agradeció a Dios, a Monseñor Cabrera y a la comunidad presente por celebrar esta ordenación. Expresó su gratitud a sus padres, familiares y amigos, reconociendo que el sacerdocio no es para uno mismo, sino para el servicio a los demás. Animó a la oración constante por su ministerio.
“Da mucho consuelo saber que no se trata de lo que hacemos sino de lo que somos y Dios nos regala en este día por su cercanía y su confianza. Dios nos pone en la vida de unos y otros por alguna razón y todos los aquí presentes son parte de este camino, de esta vocación que Dios me ha dado”.
P. Jacobo Nieto, L.C.
Monseñor Rogelio Cabrera cerró la ceremonia agradeciendo a todos los presentes y resaltando la importancia de vivir en comunidad y la necesidad de orar por las vocaciones. Concluyó deseando que la Iglesia Católica siga adelante y que el P. Jacobo se asocie al ministerio universal en favor del pueblo de Dios.
La ordenación sacerdotal del P. Jacobo Nieto Covarrubias, L.C., representa un momento significativo no solo para él sino también para la comunidad católica de Monterrey, marcando el compromiso de un nuevo pastor en el servicio a la Iglesia y la sociedad.
