Gracias a Dios por el don de la vocación

En el marco del Año de María, Madre de los Sacerdotes en la Prelatura de Cancún-Chetumal, el pasado 13 de agosto se recibió la grata presencia del director general del Regnum Christi, el P. Eduardo Robles-Gil, L.C. en la parroquia de Cristo Resucitado de la zona hotelera, donde se reunieron los miembros del Movimiento en compañía del Obispo Pedro Pablo Elizondo, L.C. y sacerdotes Legionarios de Cristo.

Unidos en “Un solo corazón y una sola alma”, los sacerdotes Legionarios de Cristo mediante el sacramento del orden sacerdotal, hicieron una entrega total de sí mismos al Señor, para lograr la santificación de las almas. Una misión que han cumplido a plenitud a través de todos estos años de ejercer su ministerio.

En la eucaristía se agradeció a Dios por el don de la vocación al conmemorar su aniversario sacerdotal número 35 de los PP: Eduardo Robles-Gil, L.C., Fernando Rodríguez, L.C., Enrique Flores, L.C., Michel Paquenham, L.C., Bernardo Skertchly L.C., con 25 años de ministerio el P. Emilio Díaz-Torre, L.C. y el P. Dativo Recio, L.C., y celebrando su décimo aniversario el P. Alberto García, L.C.

Al finalizar la ceremonia, la directora local, la Sra. María Luisa Vargas agradeció al Director General por su visita, por su entrega, su testimonio de lucha, perseverancia, tenacidad, fe, paciencia y humildad sobre todo en esta etapa de renovación en el Regnum Christi.

Dentro de la celebración la Srita. Claudia Vázquez, directora de Juventud Misionera de la localidad,  dedicó unas palabras a la Sra. María Eugenia Arreola, madre del P. Emilio Díaz- orre Arreola, L.C.:

“Muy querida Sra. María Eugenia, estos 25 años de sacerdocio del Padre Emilio, seguramente no hubiera sido lo que son, sin el soporte humano, moral, pero sobretodo espiritual, de su apreciable madre. Sabemos que la oración más humilde y sencilla son las que más agradan a Dios pero las plegarias de una madre por su hijo son la melodía perfecta para los oídos de nuestro Señor.

Ser mujer y madre es ya algo que inspira admiración, pero ser madre de un sacerdote, rezar, acompañar y servir con amor de madre y de hermana a un ministerio  que requiere santidad para que el sacerdote pueda ocuparse de ser servidor de todas las almas, a ejemplo del divino maestro, es un orgullo, el privilegio más grande que Dios puede conceder, están predestinadas desde la eternidad para vivir el privilegio de tener un hijo sacerdote y custodiarlo para que sea fecundo y santo.

Alguien me dijo una vez que una madre no es una autopista, pero es seguro que guiará siempre por el mejor camino, aquel camino que lleva a la santidad y alcanzar así la meta, la vida eterna.

Estas palabras salidas del corazón de la familia Regnum Christi Cancún es una muestra del agradecimiento por el sacerdote que ha formado, y en esta celebración del 25 aniversario sacerdotal  y en los subsiguientes años, acompañe el recorrido de su hijo, para que siempre encuentre los brazos abiertos y el refugio maternal a imitación de Nuestra Señora de Guadalupe, con palabras de consuelo y dulce mensaje: ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”.

La familia Regnum Christi Cancún agradece a Dios y ruega por sus sacerdotes para que continúen iluminando y fortaleciendo con su gracia para bien de la Iglesia.